domingo, 12 de octubre de 2025


Misión cumplida. 

En el Festival de Teatro venezolano 2025.

El domingo 31 de Agosto,   en la presentación del grupo TASCA Teatro y la pieza teatral CLAUDIO. San Carlos, Cojedes.

viernes, 28 de julio de 2023

La Vie en rose. En cartelera.

 

La Vie en rose.

Héctor Alonso Ochoa López

Es la historia de una mujer, que a raíz de sus fracasos amorosos va a la calle a pedir que la escuchen y pedir atención. De igual manera , el autor nos hace un llamado de atención,  a esa violencia de género que pasa desapercibida en la sociedad, o muchas mujeres la ven como normal. Puede parecerse a la realidad o no parecerse, puede que alguien le haya contado algo así en su vida. Pero lo cierto es que Rosa nos cuenta su historia, a su manera. Como estamos en un teatro, nos damos  licencia de mostrarle cosas que hace la gente en estas situaciones, pero en su soledad, donde nadie las ve. Nosotros se lo mostramos a flor de piel.

El monologo es un espectáculo muy ecléctico, pensado para ser presentado en espacios convencionales y no convencionales, con música en vivo y coreografías.

DURACIÓN; 1 hora.

Ficha artística y técnica:

Actriz: Olga García

Asistente técnico: Héctor Alonso Ochoa

Producción: TASCA

Dirección: Héctor Alonso Ochoa



martes, 18 de julio de 2023

Doña Bárbara.


Texto Dramático: Héctor Alonso Ochoa López.

Versión libre de la novela Doña Bárbara de Rómulo Gallegos. 

SINOPSIS: Doña Bárbara, una mirada de la mujer latinoamericana del siglo XX.

Aunque Rómulo Gallegos escribe Doña Bárbara desde el Realismo, este montaje es más ecléctico, destaca el drama de una mujer enfrentada a la tierra, la naturaleza y la realidad cotidiana del llano venezolano. Es una visión diferente de la mujer: salvaje. Por lo que su brutalidad es el producto de la sociedad, es decir, el entorno cambia lo personológico.

La obra muestra no solo a la mujer desde la suavidad de sus comportamientos, sino también el mundo particular, paralelo que puede crear un ser humano en cualquier  tiempo y espacio. 


 

sábado, 18 de diciembre de 2021

En el 2022 volveremos.


Un abrazo a todos los actores que se juegan los sueños en la escena. A los que siguen intentando, sabiendo que aunque escuchen mil veces “No”, trabajan para el Sí  que vendrá. Un fuerte abrazo a los amantes del teatro, parte de la ilusión, parte de éste  trabajo.  Gracias a los actores, técnicos productores y el querido público que a compartido la escena con el TASCA éste año 2021. Se les quiere un montón. 

lunes, 5 de octubre de 2020

Viendo por la ventanilla.


Ésta semana tocó despedirme de un amigo, en realidad no lo hice personalmente, ya que supe de su partida en las redes. Parte de los millones de venezolanos que han emigrado debido a la tremenda crisis socioeconómica que sufrimos. 



Escribió una carta de despedida, muy emotiva. Tanto, que quiero compartirla textualmente con ustedes. 

 

"A pocas minutos del despegue, me viene en mente que de verdad dejó mi tierra natal. Un no volveré me grita.  A pesar de toda la rabia con quienes han hecho la existencia invivible pero no puedo dejar de correr una lágrima por el turpial que no volveré a ver, ni el araguaney florear, o el frailejón tocar, ni las cálidas aguas de sus ríos y playas disfrutar.  


En la ventanilla se ven ya las luces a los lejos que se van, y con ellas se da paso a una vida nueva comenzar, y otra lagrima se escapa pensando en las hallacas, en esa Navidad, o la Semana Santa, o los amigos que no se verán junto los dulces y tequeños de cada festividad.


En la ventanilla una nube tapa los últimos rastros de aquella tierra que me dió cobijo, donde crecí con regocijo, la niñez, juventud y hombre adulto ahora, en la vejez todo se  guarda en una pequeño  rincón de un corazón envejecido, cansado y adolorido, lleno de recuerdos adormecidos que una lagrima despertó.


En la ventanilla se ve  la película que uno protagonizó ahora solo la Mano de Dios y la Esperanza.


Adios turpial mío, adios araguaney, adios tierra mía gracias por todo en la Vida. 


JSO

Octubre 2020

viernes, 10 de julio de 2020

QUÉ HACEMOS CON LA NOSTALGIA DE HOY?

No sé si son cosas mías, pero noto que hay mucha nostalgia en el ambiente.  No sé si ustedes lo ven igual. No solo en la redes, sino también en las conversaciones en familia, amigos y vecinos. La aparición del COVID 19 en el mundo  y la consiguiente cuarentena nos sensibilizo en gran medida, ver como obtenemos las cosas materiales,  espirituales y las relaciones  para estar bien, tranquilos y ser felices.  Pensamos ahora que el mundo pasado fue mejor. En Venezuela por los problemas o crisis socioeconómica que atravesamos, además de la diáspora que ha separado a casi el 20 por ciento de las familias en el país, nos lleva irremediablemente a extrañar las cosas buenas que hacíamos y teníamos .  Un gran lío existencial. 
Como afirma Ignacio Quepons (2013), de la Universidad Nacional Autónoma de México, «la nostalgia no sólo advierte indirectamente el valor por un evento pasado sino que despierta un anhelo por volver a vivirlo tal y como se vivió entonces». 
Si conseguimos vivir con plenitud, podremos sentir nostalgia de ciertos momentos, pero evitaremos sentirnos encallados en el pasado.

Recordar no es malo. Las personas estamos hechas de recuerdos, de experiencias y vivencias que edifican lo que somos en la actualidad. Dejar que la nostalgia nos acaricie de vez en cuando con su aire tibio y evocador no tiene por qué ser algo negativo. Según nos dicen los especialistas, el ser humano pasa gran parte del día “recordando cosas”, pero ahora bien, no debemos anclarnos a esos recuerdos de una forma obsesiva.
En ocasiones, dejamos de lado el momento presente para experimentar un pasado que parece que nunca se va. Nos da miedo soltar los recuerdos que una vez fueron tan importantes para nosotros. Esto puede hacernos mucho daño y evita que podamos disfrutar del ahora y seguir hacia delante 

Unas personas son más propensas que otras a sentir nostalgia: Tal vez nos guste mirar sólo hacia delante. O a lo mejor somos de los que guardan todas y cada una de las cosas que pueden; los juguetes de la infancia, la camiseta de nuestro primer concierto, el billete de aquel viaje, etc. Las personas somos muy distintas en este aspecto (y en la mayoría de los ámbitos). La propensión a la nostalgia depende bastante de nuestra personalidad y nuestra forma de ver la vida.
Cada etapa tiene sus ventajas y sus desventajas. A veces tenemos que hacer elecciones y es imposible avanzar sin que algunos elementos positivos de nuestras vidas se pierdan por el camino. Esto puede provocarnos una gran insatisfacción o simplemente un poco de añoranza y levantar nuestro ánimo al revivir momentos felices. No obstante, nosotros tenemos la última palabra a la hora de decidir cómo queremos sentirnos.